INICIO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN ESPAÑOLA:
Al estudiar los inicios de la industrialización en España y compararlos con la revolución industrial de Inglaterra se observa que los principales hechos que habían dado lugar a esta comenzaron en el último tercio del siglo XVIII en Inglaterra, con una acumulación primitiva de capital financiero, lo que llevó, en primer lugar, a una reforma en las estructuras del sector agrario.
Había una serie de sucesos que impedían el desarrollo industrial en España, como por ejemplo la existencia de un mercado interior reducido y fragmentado o bien la situación general del Estado la cual era Déficit presupuestario. Por tanto, la industrialización en España fue con efecto retardado respecto a los demás países europeos.
El proceso de industrialización se aceleró con la llegada del reinado de Isabel II, que consiguió captar financiación exterior, lo que obtuvo gran importancia en el papel del desarrollo industrial en España, además, fue en este periodo cuando se solucionó el problema de la escasez de capital financiero, debido a los beneficios de la inversión extranjera.
Esta entrada del capital extranjero en la segunda mitad del siglo XIX se hizo predominante ante la debilidad e impotencia de la naciente burguesía española. Hizo posible proyectos de construcción de ferrocarriles, la puesta en explotación de recursos mineros y la explotación de servicios públicos urbanos.
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